Un genio y un héroe

Si algo puede emocionarme, es ver esta foto y pensar en lo que sintió mi hermano. Recuerdo cuando lloró porque le cambiaron El Chavo de hora por las olimpiadas de Barcelona, hace 16 años. Aún hoy sabe a qué hora dan cada programa de Chespirito, y que a nadie se le ocurra intentar cambiarlo.

🙂

Para esto sí sirve

Cuando uno abre el periódico y ve que el desarrollo de la ciencia ha servido para inventar maneras más crueles de matar a la gente, para que los que ya de por sí tienen plata acumulen aún más, uno se entristece montones.

Cuando uno abre el periódico y encuentra noticias como esta a uno lo llena de una paz saber que no todo está perdido.   El cuento es que había 6 personas que requerían un riñón, y 5 tenían un donante.  El problema ocurre cuando el donante no es compatible con el amigo o familiar a quien se le quiere donar.  Ahí entra en juego esta práctica nueva y maravillosa de formar grupos de personas.  Alguien le dona el riñón a otro, pero garantizándose que el amigo o familiar a uno reciba el de otra persona.  Este grupo requería una persona adicional, el eslabón que completara la cadena para que todos recibieran su respectivo órgano donado.  Saber que seis personas pueden vivir por la magia de muchísimos científicos es algo que llena de esperanza. Esa es una de las cosas que por lo menos a mí me motiva a seguir estudiando.  Probablemente no le pueda salvar la vida a alguien de esa manera, pero tal vez se puedan hacer cosas para que estas investigaciones tengan más financiamiento.

Esta noticia toca una fibra sensible en mí.  Los que me conocen sabrán que hace año y medio un primo mío tuvo una complicación con su hígado (por el mal de Wilson).  Tuvo que recibir dos transplantes a lo largo de un mes y finalmente falleció.  Ojalá que este tipo de cosas sirvan para que muchas más personas puedan vivir cuando se enfrenten a una situación parecida.

PD:  a todos los lectores de este comentario les recomiendo siempre estar muy atentos a su hígado.  Este es un órgano que no «avisa» que algo malo esté ocurriendo hasta que probablemente es muy tarde.  Por favor, lean la información sobre este mal, y háganse exámenes con regularidad.

Es tan tarde ya…

Hoy cayó el primer poquito de nieve de invierno. Yo no alcancé a verlo, pero Luz fue la que me llamó a avisarme, porque iba caminando por el centro del pueblo y empezó a caer el equivalente a un «pelo ‘e gato» pero versión país desarrollado. Yo tenía una ilusión de ser yo el que se la enseñara por primera vez, pero bueno, quedan montones, montones, DEMASIADAS nevadas, si Dios quiere.

Es curioso, pero desde la primera vez que vi un poquito de nieve, la primera canción que se me vino a la mente fue la de Malpaís (para no variar) que le da título a este comentario. Siempre he querido preguntar por qué siendo los autores ticos, para un público evidentemente tico, ponen en la canción «afuera está nevando.» Lo que más risa me da, es que seguro por eso mismo me acuerdo. Probablemente sonaba bonito, o daba la atmósfera apropiada para lo que la canción quería transmitir. En fin… Ya me va a dar camote de acordarme de los conciertos de Malpaís, así que voy cambiando de tema/terminando.

¡Qué frío que hace, por Dios! Ya nuevamente las manos se me empezaron a poner blancas y a rajarse por el viento congelado y la resequedad. Tengo que seguir los consejos (para lo que soy bastante malo) de ponerme crema (así o más delicadito) para que no me empiecen a sangrar, como me pasó el invierno pasado.

Bueno, ahora sí, a aguantar frío nuevamente. Dejo una parte del video de la canción «referenCIADA,» aunque no esté tan bien grabada y se oiga un mae cerquitita «cantando.» Bueno, así son esos conciertos, eso dirán de mis videos, jeje.

Entrada atletas ticos olimpiadas especiales

Rigo antes de Juegos Latinoamericanos

Sobre mi hermano Rigo

Muchas cosas se me vienen a la mente cuando observo a mi hermano sentado viendo a la demás gente conversar. Realmente me llena de intriga y hasta un poco de envidia saber lo que pudiera estar pensando. Son tantas las cualidades suyas que quisiera imitar en cada día de mi vida, pero esa característica tan peculiar que poseo de ser «normal» no me lo permite.
Muchas veces, cuando mi paciencia se acaba, quisiera tener esa tranquilidad y la comprensión hacia los demás que expresa con sus gestos. También me encantaría poder llenar mi cuerpo con esa alegría tan pura en las fiestas, al oír la música sonar de fondo, casi explotando de emoción. Quisiera saber qué se sentiría no tener envidia de los demás, sino simplemente disfrutar cada sencillo detalle de la vida. Quisiera dormir con esa tranquilidad que lo hace, y despertarme con todas las fuerzas para seguir conociendo el mundo, y que el mundo me conozca a mi. Quisiera sentir la alegría de luchar hasta más no poder por un ideal, y finalmente triunfar en una piscina junto con mis compañeros. Al menos, me encantaría ser tan valiente como él para intentarlo.
Lamentablemente no puedo, no tengo esa suerte. Como le ocurrirá a muchas personas, la rutina diaria y las experiencias vividas nos alejan de actuar con tal nobleza. Sin embargo, tengo el privilegio de tener un hermano con todas esas cualidades. Hay pocas cosas que podría agradecerle a Dios más que la dicha de aprender cosas tan cruciales en mi vida de un ser humano tan grande como lo es él. Un ejemplo de ser humano, un verdadero atleta, un campeón. No puedo hacer otra cosa más que intentar, en cada acción que realizo, emular su grandeza y su valentía.