http://www.actualidad.co.cr/archivos/noticias.htm#deficitEnero del 2005 fue, casualmente, el primer mes en la historia de nuestro país en el cual el déficit comercial acumulado anual superó la barrera de los dos mil millones de dólares. Es claro, transcurridos diez meses completos del 2005, que esta tendencia no se haya frenado. Más bien, la brecha pareciera ampliarse con fuerza hacia el cierre del año, alcanzando la poco despreciable suma de US$2.483 en octubre. Mientras las exportaciones han crecido 9,1% en los primeros diez meses del año, las importaciones han aumentado 13,2% en el mismo período.
Un factor clave en el incremento de las importaciones es el aumento de la factura petrolera de nuestro país. Entre diciembre y octubre, las importaciones de combustibles y lubricantes han aumentado en una cifra cercana a los US$200 millones, lo que representa un incremento de 33% en términos porcentuales respecto al 2004. Es evidente el impacto de los precios internacionales del petróleo sobre el monto facturado. Si nos olvidamos por un momento del monto en dinero y nos concentramos en el consumo en barriles, observamos que este apenas crece 2% en promedio durante el último año.
¿Qué ha causado que nuestras exportaciones aumenten durante este año? A finales del 2004 y principios del 2005, nuestras exportaciones aumentaban en menos de 5%. Pareciera que esta tendencia se revirtió en los últimos meses, alcanzando tasas cercanas a 12%. De primera entrada, este aumento parecería anunciar una recuperación abrumadora de nuestro sector exportador y un excelente augurio para los productores nacionales. De hecho, sectores como el agrícola, el textil y la industria han mejorado sus perspectivas sustancialmente. Sin embargo, es crucial destacar el principal motor de nuestras exportaciones en los últimos meses: las exportaciones de componentes electrónicos para microprocesadores (donde se incluyen, claro está, los chips que produce Intel). Según cifras de Procomer, este rubro exportador crece en la actualidad a una tasa cercana a 30%, recuperando en términos nominales el terreno perdido durante aproximadamente dos años.
Por otra parte, también se observa una importante caída en las exportaciones de productos tradicionales, especialmente del banano.
Entonces, si estamos comprando cada vez más en relación con lo que le vendemos al resto del mundo, ¿de dónde obtiene nuestra economía los fondos para realizar estas operaciones? Este sostenido ensanchamiento de la brecha comercial se ha financiado en gran parte gracias a los ingresos de divisas proveniente de la prestación de servicios. Por ejemplo, los ingresos netos por viajes (con datos al primer semestre del año) han aumentado en 21% con respecto al mismo período del año anterior. Las cifras del Índice Mensual de Actividad Económica del sector hotelero dan cuenta del dinamismo que experimenta en la actualidad esta actividad, alcanzando crecimientos por encima de 13% en términos anuales.
Es importante destacar también el aumento de la inversión extranjera directa (IED). El Banco Central indica, de acuerdo con cifras que aún son preliminares, que el monto de IED en el primer semestre creció cerca de 10% con respecto al mismo período del año anterior (unos US$30 millones en términos nominales). El monto total de la inversión extranjera en el período que comprende de enero a junio es prácticamente suficiente para financiar el déficit comercial en el mismo período. Un rasgo muy importante en este análisis y que trasciende el ámbito del financiamiento de la demanda interna por bienes del exterior es que, Costa Rica, sigue siendo un destino importante de inversión por parte de otras naciones. Esto no solo nos ha permitido incrementar nuestro consumo, sino que además garantiza fuentes de empleo, las cuales son, en su mayoría, mano de obra calificada. Una inteligente estrategia de atracción de inversiones permitirá al país generar mejores fuentes de empleo y asegurar de esta manera mejorar el ingreso disponible de la población.
Otros factores que han permitido financiar el déficit comercial en los últimos tiempos son los créditos comerciales para la compra de bienes y servicios en el exterior y las transferencias corrientes que no incluyen al gobierno general. Los créditos comerciales netos en el primer semestre alcanzaron unos US$170 millones, cifra muy superior a la observada en años previos, contrastando incluso con un valor neto negativo en el 2004. En cuanto a las transferencias corrientes, estas se explican en su mayoría por el aumento de las remesas familiares que provienen del exterior. Se observó un crecimiento en el primer semestre cerca de US$34 millones (41%) con respecto al mismo período del año anterior.
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